En 2015 se eligen gobernadores en nueve estados, que están entre los más violentos del país. Estos comicios serán fundamentales para el Gobierno de Enrique Peña Nieto. Varias cosas aumentan la presión sobre el presidente de México: de los 43 estudiantes desaparecidos hay, hasta ahora, solo uno identificado y su reforma educativa está a punto de fracasar. Además, una sospecha de corrupción le ha hecho perder credibilidad: una empresa que recibió el jugoso contrato de construcción del tren rápido, le habría pagado el favor al presidente con la construcción de una lujosísima mansión.
“Las protestas nacionales han desaparecido, como en otros casos anteriores”
 Pero este 14 de enero de 2015 sucedieron dos cosas: uno de los sindicados de la masacre de Iguala fue acusado formalmente y la licitación pública para la construcción del tren rápido fue reabierta. ¿Una coincidencia? Sea como sea, el próximo 7 de junio habrá elecciones en 17 de 32 estados federales. Allí se elegirán nuevos gobernadores, alcaldes y senadores. La administración de Peña Nieto tiene mucho por hacer si no quiere ver su disminuido su poder.
A pesar de ello, la desaparición de los estudiantes de Iguala podría influir menos de lo que se cree en el resultado de las elecciones. ¿La razón? En México las masacres y la impunidad no son fenómenos nuevos. Lo realmente nuevo fue la evidente sospecha de que un político en funciones estaba involucrado en el crimen.
 Y, a pesar de que los padres de los estudiantes han exigido la renuncia de Peña Nieto, los mexicanos saben que el gobernador de Guerrero, el estado al que pertenece Iguala, y su alcalde, ahora acusado, pertenecen al Partido de la Revolución Democrática (PRD), en la oposición.
Entretanto, las protestas nacionales han desaparecido, como en otros casos anteriores. Solo en Guerrero los afectados siguen reclamando esclarecimiento.
Radical rechazo sindicalista a reforma educativa
Para empezar, la Comisión nacional Electoral anunció medidas extraordinarias para la realización de los comicios en Guerrero porque, según la misma, el sindicato local de maestros CETEG sabotea el trabajo de dicha comisión allí. La CETEG apoya a los padres de los estudiantes desaparecidos en su búsqueda, también por medios violentos. Hace pocos días presuntos sindicalistas quemaron un auto frente a una guarnición militar presumiendo que allí se mantiene detenidos a los 42 estudiantes.
 Las autoridades presumen que la CETEG es cercana a una guerrilla fundada en los años 60 y lucha contra el Gobierno central. Confirmado está que la CETEG se ha opuesto, radicalmente, a cualquier reforma educativa.
La decisión la tienen los electores
La realización de una reforma educativa fue una de las promesas centrales de Peña Nieto para “salvar a México”. Pero el rechazo de los maestros a esta es grande y su financiación no está asegurada. Bajo crecimiento económico y la caída del precio del petróleo le pueden costar votos al Gobierno, cree el politólogo alemán Günther Maihold, actualmente en México. Trágica paradoja: los hechos en Iguala pueden terminar favoreciendo al Gobierno central.
“Si bien los mexicanos se quejan de la corrupción y la impunidad, no culpan de ello directamente al Gobierno nacional”, explica Maihold. La clase política, en general, es el objetivo de las críticas y esto puede llevar a una baja participación en las elecciones. “Un factor que favorecería al partido con los electores más asiduos”, apunta Maihold, profesor de la cátedra Humboldt, en Ciudad de México. Y los más fieles electores son, justamente, los seguidores del partido de Enrique Peña Nieto, en el Gobierno.